Esta casa de campo clásica del sur de Chile, ubicada en Purranque, había perdido gradualmente su aspecto original debido a sucesivas ampliaciones que cerraron los corredores tradicionales. El proyecto de remodelación se centró en recuperar estos espacios para devolverle la estética inicial, respetando su identidad arquitectónica.

Se retiraron los empapelados de los muros y cielos interiores, dejando a la vista la madera nativa original que permanecía oculta. Este cambio no solo realza el carácter rústico de la casa, sino que también aporta mayor calidez al ambiente.

Para mejorar la distribución interior, se reorganizaron algunos elementos estructurales, integrando la cocina al sector del comedor y living, que anteriormente estaban separados. Además, se realizaron aperturas en el entretecho del segundo piso para habilitar dormitorios, incorporando lucarnas que aportan luz natural y mejor ventilación.