Esta casa de un piso con altillo está ubicada en el Fundo Rincón Bonito, en el valle Ventisqueros, cerca del río Puelo. La vivienda se levanta sobre poyos de hormigón y se construyó sobre un envigado de madera, asegurando estabilidad y una integración natural con el entorno.

La estructura principal está conformada por pilares y vigas de madera de alerce y coigüe, aserradas en el mismo campo, lo que refuerza la conexión con el paisaje local. Parte de esta madera se utilizó también para las tablas de cielo, revestimientos de muros, pilastras y guardapolvos, aportando un acabado rústico y sostenible.

El revestimiento exterior de los muros está hecho con tablas de alerce, lo que no solo otorga una estética natural y cálida, sino también resistencia a las condiciones climáticas de la zona.