Esta vivienda de dos pisos está situada dentro del condominio Patagonia Virgin, en Frutillar. El diseño se inspiró en la morfología de las casas tradicionales del sur de Chile, y especialmente en la arquitectura típica de Frutillar, buscando una integración armónica con el entorno.

Los muros interiores están revestidos principalmente con madera de pino ranurado, evocando el estilo de las antiguas casonas de la zona. En algunos muros del living, se optó por el uso de diversas maderas nativas recicladas, aportando un toque único y sostenible al interior de la vivienda.

El revestimiento exterior está compuesto por tingle de ciprés, combinado con tejuelas de alerce en ciertos muros, lo que ofrece una estética rústica y resistente, adecuada para las condiciones climáticas locales.