Esta casa de dos pisos con altillo se encuentra ubicada en el sector de Manao, en Ancud, Isla de Chiloé. Está emplazada en una pendiente pronunciada que desciende hacia el mar, destacándose por su diseño que parece elevarse hacia el cielo en busca de la luz, al igual que los árboles que la rodean.

Para algunos revestimientos del cielo interior, el zócalo en los muros del primer nivel, las pilastras y los guardapolvos, se utilizó madera reciclada y envejecida naturalmente con el paso del tiempo. Esta madera, que conserva incluso los hongos que le otorgan un característico color verde, se combinó de manera armónica con los tonos de la estructura, aportando un singular contraste y un vínculo visual con el entorno natural.